CUMANÁ
Cumaná ocupa la porción más occidental del estado, se encuentra ubicada en el Municipio Sucre y es la capital del Estado Sucre. Esta ciudad se haya emplazada a 3 metros de altitud en la costa del Mar Caribe, en la entrada del Golfo de Cariaco, junto a la desembocadura del Río Manzanares. Cuenta con innumerables atractivos naturales y una herencia histórico-cultural de significativa importancia para el estado, además de poseer una población de más de 267.672 habitantes aproximadamente.
Esta ciudad se inicia, según algunos historiadores, con la comunidad aborigen Chiricoya (Tagare), que con su Cacique Kumana ocuparon el hermoso valle de Los Bordones con sus sementeras y casaberas y donde el hidalgo Francisco de Barrio Nuevo estableció la primera ranchería del Continente Americano (1.499).
La llegada de los primeros Franciscanos a estas tierras ocurrió el 27 de noviembre de 1.515, pero los indígenas exasperados por los abusos de los españoles, se levantan en armas y destruyen la primera misión invasora. Para apaciguar a los indígenas, la corona manda en 1.521 al capitán Gonzalo de Ocampo, el cual llegó aniquilando a sus pobladores, debido a que no permitieron ser esclavizados, produciéndose así la primera rebelión aborigen de América contra el imperio español. Este conquistador fundó su caserío “Nueva Toledo” con sus dos torrecitas de defensas….Y fue allí mismo donde Fray Bartolomé de las Casas vino con su “proyecto de la colonización agropecuaria” para suplantar el proyecto fracasado de “evangelización pura” de los también padres Dominicos… pero todo se vino abajo… y volvió la rebelión, por lo que mandaron a Jácome Castellón (1.523) a masacrar a los tagares… y lo hizo, pero esta vez el asentamiento lo realizó en el hoy lugar de Los Castillitos, llamando a su ranchería “Nueva Córdoba”.
En esta tierra también habitaron los Güaqueríes y los bravíos Cumanagotos, los cuales vivieron a orillas del Río Cumaná (actualmente Manzanares). Cuando los invasores españoles llegaron atraídos por las riquezas perlíferas que poseía la isla vecina de Cubagua, toman este territorio como centro de abastecimiento, debido a que la isla no podía suministrarle el preciado líquido, como tampoco la madera, ni alimentos y ningún otro insumo, creando en la tierra de los cumanagotos, una fortaleza militar cerca de la boca del Río Cumaná, para defender estos insumos de los de piratas, corsarios y hasta de los legítimos dueños indígenas.
Cumaná ha tenido muchos nombres. Basándose en los registros y documentos existentes el primer nombre dado por los conquistadores fue Nueva Toledo, en 1.521, por Gonzalo de Ocampo. Luego, Nueva Córdova, en 1.523, por el Capitán Jácome de Castellón. Para el año de 1.568, le dan el nombre de Nueva Andalucía, por Diego Fernández de Serpa y en 1.569 recibe el nombre de Ciudad de Cumaná.
Pese de haber sido una ciudad de gran esplendor en el siglo XVIII, para mediados del siglo XIX, comienza su decadencia a raíz de sufrir brutales terremotos, que destruyeron gran parte de la ciudad, contribuyendo también a su deterioro, la acción de la guerra de Independencia.
La ciudad estuvo conformada en sus comienzos por el barrio de San Francisco, donde estuvo asentado el poder económico y eclesiástico. En el sentido norte-sur se extendía desde el barrio Chiclana hasta la llamada Boca de Monte, justamente donde hoy está situado el Cuartel, en la calle Arismendi. En sentido este-oeste Cumaná iba desde el barrio San Francisco y las Serranías de Quetepe y Pan de Azúcar, hasta el mar, a lo largo del litoral donde se ubicaron pequeñas rancherías de pescadores, formando los poblados de El Dique, El Salado, Caigüire y El Barbudo. Hoy, no tan solo es la capital del municipio, sino que también es centro de florecientes industrias, con una economía en desarrollo, así como de un creciente turismo.
Esta hermosa tierra es cuna de libertadores, poetas y cantores, su más de quinientos años de existencia le da un valor histórico y cultural incalculable a nivel nacional e internacional, sin contar con la variedad de los paisajes naturales que posee, convirtiéndola en un destino turístico por excelencia.